Pintura Original al Óleo
"Entré en una floristería en Tailandia y encontré una sola planta… con dos magníficas Cattleyas fucsias. Su presencia se sintió como amor — raro, poderoso y destinado a ser."
Eternal Cattleyas es un tributo al amor en su forma más profunda — aquel que florece desde la conexión, la gratitud y la unión del alma. Inspirado por un encuentro fortuito con dos orquídeas vibrantes en un rincón tranquilo de Tailandia, esta pieza captura el lenguaje silencioso de la cercanía.
La obra está creada sobre un lienzo con textura rica, donde capas suaves de arcilla y pintura revelan dos rostros sutiles entrelazados en un beso — el origen sagrado del que emergen las orquídeas. Estas audaces Cattleyas fucsias no son solo sujetos botánicos; son símbolos de amor, elegancia y florecimiento emocional.
Situadas sobre un delicado degradado de tonos durazno, blanco y rosa suave, Eternal Cattleyas nos invita a frenar, respirar y recordar que el amor es un ritmo — un baile — siempre presente en los espacios entre nosotros. Esta pieza es un recordatorio de que del amor, la vida siempre encuentra la manera de florecer.